Modales… ¿Un tema pasado de moda?
11.03.2013
Buenos días, buenas tardes o buenas noches se escuchan frases lógicas y de buena educación según transcurre nuestro día, pero ¿cuántos de nosotros las decimos según la circunstancia? A todos nos enseñan a saludar, a comer correctamente, a hablar con propiedad, a comportarnos apropiadamente, pero ¿qué tanto seguimos las normas de buenas costumbres?
El tema de los buenos modales es amplio, rico e interesante y la mejor noticia es que ¡no pasa de moda! Al contrario, debería estar en nuestro ADN en el día a día, y tampoco imaginarnos que debemos llevar un traje con sombrero o un vestido de gala para practicarlo; practicar nuestros buenos modales es cuestión de actitud, convicción, recordación y acción.
Como jóvenes envueltos en mundo estudiantil, laboral, social compartimos a diario con mucha gente, nuestros días transcurren muy rápido y en constante actividad, pero es curioso cómo podemos ser a veces el alma de la fiesta y en un ascensor lleno de gente no se oye ni un saludo, ¿por qué no comenzarlo? ¿O en una cola de espera de un establecimiento ceder el puesto o brindar una sonrisa al de al lado? Cuántos de nosotros nos hemos topado con querer entrar a algún lugar y otro se apresura bloqueándonos el paso o estamos en espera de un parqueo y el que viene al lado o de frente abruptamente nos lo quita… Sí, típicos ejemplos que nos hacen reflexionar que nosotros podemos dar el primer paso y que, como dicen por ahí, “quien queda de mal educado es el otro al no respetar, ceder o saludar”.
Comenzando por el saludo, no nos cuesta nada decir “hola” acompañado de buenos días o buenas tardes o buenas noches. Este es un reto que planteo para que desde que nos despertamos nos hagamos el propósito de saludar y acompañarlo con una sonrisa: a nuestros padres, a nuestra pareja, empleados de servicio, señores del estacionamiento, en el trabajo, a los compañeros de universidad, ¡a TODOS! Es increíble como un saludo se pasa por alto, o a veces como las personas evaden saludar a otras sumergiéndose a su teléfono celular o muchas veces fingiendo una llamada. Es impresionante también el resultado de saludar a alguien, caras de felicidad, aprecio, estima y satisfacción.
Este artículo no es para enumerar o aconsejar acerca de protocolo o buenos modales, si no para hacer una reflexión acerca de cuánto los practicamos, adonde y con qué actitud, es una invitación a que no nos olvidemos de ellos, que los tengamos presentes en el día a día y ante cualquier situación. El reto es aprender buenos modales como que si fuéramos niños y practicar, practicar, practicar.
Modales, ¿Un tema pasado de moda?
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